En estos últimos días la buena noticia ha sido que Uruguay ocupa el segundo lugar en el Índice de Oportunidad Humana en Latinoamérica, según un informe presentado por el Banco Mundial. El encargado de presentar el informe fue Marcelo Giugale, Director Reducción de Pobreza.
El IOH traduce como el lugar de nacimiento, la riqueza familiar, la raza o el género entre otras circunstancias impactan en la probabilidad de que un niño acceda a los servicios necesarios para ser exitoso en la vida. Mide el acceso a servicios básicos como un baño en el hogar, terminar la escuela primaria, el acceso al agua potable, electricidad etc.
El informe del Banco Mundial muestra cierto optimismo al observar que todos los países de América Latina y el Caribe mejoraron su IOH en los últimos 15 años, con Chile, Uruguay, México, Costa Rica y Venezuela mostrando promedios superiores a los 85 puntos –de un total de 100. México fue el país que creció más aceleradamente en el índice, mientras que Chile tuvo el desempeño más alto con un IOH de 95 y Honduras el más bajo con 51.
Sin embargo debemos considerar que el informe también arroja datos preocupantes.
En el área educativa Uruguay presenta problemas. Los primeros puestos en acceso a la enseñanza para los niños entre 10 y 14 años son para Brasil (99), Chile (99) y Argentina (97) tienen el IOH más alto.
El informe expresa:
“A pesar de sus esfuerzos durante la última década, los gobiernos de América Latina y el Caribe, en general, no han logrado mejorar significativamente la equidad. Sólo una décima parte del avance promedio del IOH en la región se puede atribuir a una asignación más justa de los servicios, esto es, está relacionado a mejoras en los sistemas de focalización del gasto público social.
Aún los países con mejores puntajes, Chile y Uruguay, se encuentran muy por debajo de los países con los peores puntajes en Europa y en América del Norte. Esta brecha no se debe únicamente a que los países avanzados proveen más servicios educativos, sino también a la forma relativamente injusta en que se distribuyen estos servicios en América Latina y el Caribe. En el contexto latinoamericano, cuanta más rica sea la familia, mejores resultados en las pruebas de sus hijos.”
Creo que el informe del BM contiene elementos para celebrar y también de los otros. Estos exigen de los gobiernos una mejor calidad y una más definida orientación de sus políticas públicas hacia la equidad entendida como igualdad de oportunidades.
El IOH traduce como el lugar de nacimiento, la riqueza familiar, la raza o el género entre otras circunstancias impactan en la probabilidad de que un niño acceda a los servicios necesarios para ser exitoso en la vida. Mide el acceso a servicios básicos como un baño en el hogar, terminar la escuela primaria, el acceso al agua potable, electricidad etc.
El informe del Banco Mundial muestra cierto optimismo al observar que todos los países de América Latina y el Caribe mejoraron su IOH en los últimos 15 años, con Chile, Uruguay, México, Costa Rica y Venezuela mostrando promedios superiores a los 85 puntos –de un total de 100. México fue el país que creció más aceleradamente en el índice, mientras que Chile tuvo el desempeño más alto con un IOH de 95 y Honduras el más bajo con 51.
Sin embargo debemos considerar que el informe también arroja datos preocupantes.
En el área educativa Uruguay presenta problemas. Los primeros puestos en acceso a la enseñanza para los niños entre 10 y 14 años son para Brasil (99), Chile (99) y Argentina (97) tienen el IOH más alto.
El informe expresa:
“A pesar de sus esfuerzos durante la última década, los gobiernos de América Latina y el Caribe, en general, no han logrado mejorar significativamente la equidad. Sólo una décima parte del avance promedio del IOH en la región se puede atribuir a una asignación más justa de los servicios, esto es, está relacionado a mejoras en los sistemas de focalización del gasto público social.
Aún los países con mejores puntajes, Chile y Uruguay, se encuentran muy por debajo de los países con los peores puntajes en Europa y en América del Norte. Esta brecha no se debe únicamente a que los países avanzados proveen más servicios educativos, sino también a la forma relativamente injusta en que se distribuyen estos servicios en América Latina y el Caribe. En el contexto latinoamericano, cuanta más rica sea la familia, mejores resultados en las pruebas de sus hijos.”
Creo que el informe del BM contiene elementos para celebrar y también de los otros. Estos exigen de los gobiernos una mejor calidad y una más definida orientación de sus políticas públicas hacia la equidad entendida como igualdad de oportunidades.
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